Aterroriza a jugadores del Casino Agua Caliente un comando armado vestidos de supuestos agentes AFIs que empuñando armas de grueso calibre se llevaron a siete personas, no sin antes hacer detonaciones al salir del Casino del Hipódromo.
Al filo de la media noche, un grupo de por lo menos 35 sujetos encapuchados, vestidos con ropas de color negro y empuñando armas largas, tipo cuerno de chivo, llegaron en pick ups con logos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) hasta el exterior de las instalaciones del Casino ubicado en el Hipódromo Agua Caliente, en medio de personas que salían de jugar y otras que apenas ingresaban, descendieron de las unidades de la federal antes de entrar hicieron disparos al aire, una vez ya en el interior de las instalaciones gritaron a la gente que se tirara al suelo y boca abajo, que aquel que mirara se lo cargaba la ching...
Tal acto provocó de inmediato el terror y pánico entre la multitud que en esos instantes jugaba en las máquinas de la suerte.
Una media docena de sujetos encapuchados se dirigieron a la sala de Bingo ubicada en el ala derecha del casino para gritar de nueva cuenta que nadie se moviera o les iba la vida, para enseguida separar a hombres de mujeres.
Los sicarios escogieron a tres hombres que rebasaban las edades de 40 años, a lo que conocidos de estas personas dijeron que los secuestrados respondían al nombre de Rubén y Manuel, además de otros tantos que no lograron identificar.
Una vez con sus víctimas indefensas y apuntándoles a la cabeza, los tomaron de la camisa por la parte posterior de la espalda y salieron con lujo de violencia y casi arrastrándolos del Bingo.
Otro grupo numeroso de encapuchados se dirigieron hasta la parte central del casino donde otro tanto de gente que ahí se encontraba comenzaron a gritar y a correr sin dirección alguna con la sola intención de protegerse y rogándole a Dios que no les pasara nada.
De ahí el comando de sicarios se llevaron a cuatro personas más, todos ellos hombres de edad madura.
Las consignas fueron las mismas "tírense al suelo boca abajo, si miran se los carga la fregada", el personal del casino se abocó de inmediato para alejar y proteger a los clientes que cerca del comando se encontraban, a la vez que el mismo comando les quitaba los radios de comunicación a los empleados del casino Agua Caliente.
Lo anterior deja mucho que desear de la extrema seguridad con que supuestamente cuentan dichas instalaciones y que tanto alardeaba su propietario el magnate Jorge Hank Rhon, puesto que en ningún momento los sicarios mostraron fundamento alguno del "numeroso levantón" que ahí hicieron, logrando incapacitar en su totalidad al cuerpo de seguridad de la casa de apuestas, mismos que mostraron extremo hermetismo al momento de verter cualquier tipo de información alguna, retirando en esos momentos a mirones y reporteros que ahí cubrían la información del asalto ocurrido a las instalaciones.
Una vez que se vieron afuera el comando negro, de los que después de seis años que no se dejaban ver en Tijuana luego de la muerte del entonces director de Policía y Tránsito Municipal, Alfredo de la Torre Márquez, quien fuera arteramente asesinado por un comando armado similar, los sicarios detonaron sus mortíferas armas de grueso calibre para anunciar con tal desfachatez su partida exitosa ante la mirada atónita de clientes y elementos de seguridad interna.
Personas que se encontraban afuera y que ingresarían al casino, así como los que recién llegaban denunciaron públicamente en esos momentos que por lo menos cuatro patrullas de la Policía Municipal esperaban ya afuera, esperaron a que el comando de supuestos AFIs operaran y luego que prácticamente se esfumaron en la nada, tal y como llegaron, hicieron entonces acto de presencia con la actitud prepotente que los caracteriza, según dicho de gran número de testimoniales recopiladas por este rotativo en el lugar.
Afuera de la entrada principal quedó un automóvil marca Alfa Romeo color negro con matrículas del estado de California 5YJC521, donde supuestamente arribaron las personas que lograron secuestrar, aunado a ello junto a este vehículo permanecía el pick up de la municipal con número 4349, quienes resguardaban el vehículo para retirarlo casi inmediato.
Hasta el momento y al cierre de esta edición se desconoce la identidad de las cinco personas restantes que se llevó el comando, además de no existir ningún pronunciamiento oficial de las autoridades ni del mismo casino, quienes se negaron a que se tomara una imagen de la facha del lugar y del ambiente de pánico que se vivía en esos momentos en cada uno de los clientes.
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