Se justifica Fiscalía de Homicidios: 'fueron crímenes perfectamente planeados'
Arturo Sierra
Ciudad de México (3 de mayo de 2008).- La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) tiene un "récord perfecto": no ha podido resolver ni una sola de las ejecuciones de la delincuencia organizada en 2007.
En respuesta a una solicitud de información, la dependencia reportó 713 homicidios dolosos ocurridos en territorio capitalino, de los cuáles dijo que sólo 24 tuvieron el sello de la mafia.
De acuerdo con el conteo de ejecutados realizado por Grupo Reforma, durante 2007 se registraron en la Ciudad de México 145 muertes relacionadas con el crimen organizado y el narcotráfico.
Sin embargo, la Procuraduría considera varios elementos para calificar de ejecución un asesinato.
Por ejemplo, que se utilicen armas de fuego de grueso calibre, que los disparos sean de muerte -a la cabeza, nuca, frente u oídos-, que el agresor actúe con alevosía, saña o crueldad, que la víctima sea maniatada, amordazada, envuelta en bolsas o cobijas, o que presente lesiones de arma blanca o asfixia.
Además, indica el informe con que respondió la PGJDF, el ejecutado, por lo general, tiene relación con algún asunto de drogas o era miembro de la Policía o de la Procuraduría.
A pesar de que la dependencia cuenta con la Fiscalía de Homicidios más amplia del País, con más de 80 policías judiciales, 20 agentes del Ministerio Público, peritos y un fiscal, Gustavo Salas, esta área no ha podido dar con ninguno de los responsables de las ejecuciones, según lo reconoce la misma Procuraduría.
Estadísticas de la dependencia capitalina especifica que de los 713 crímenes registrados en 2007, 178 fueron venganzas, otros 27 fueron contra personas que se negaron a entregar su vehículo durante un robo, 42 más perdieron la vida durante asalto a transeúnte, 10 cuentahabientes fueron asesinados.
Además, ocurrieron 19 homicidios pasionales, 27 más sucedieron por problemas familiares, 134 se registraron en riñas y 252 fueron por causas diversas.
Dan su versión
El fiscal de Homicidios argumentó que el personal de la PGJDF asignado a las investigaciones de ejecuciones enfrenta muchas dificultades.
"Tenemos que entender que fueron crímenes perfectamente planeados; no son asesinatos que se cometen sobre la marcha", dijo Salas.
"Hay circunstancias que, de origen, hacen que la resolución del homicidio se complique. Por ejemplo, hay una compartimentación de funciones: unos roban un carro, otro es el intermediario entre quien ordena el crimen y los que lo ejecutan".
Agregó que un riesgo para el personal de la Procuraduría que se traslada a otras entidades a indagar las ejecuciones es la posible protección de los autoridades con los responsables, tanto a nivel estatal como federal.
Otra dificultad, añadió el funcionario, es que la mayoría de los casos es de competencia federal.
Sin embargo, la PGR informó ayer que en el DF sólo está investigando una ejecución del 2007. Se trata del asesinato del responsable del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi), José Nemesio Lugo, ocurrido el 14 de mayo del año pasado.
Vinculan a herido con crimen
Autoridades federales y capitalinas investigan la presunta participación de Ignacio José Contreras en el asesinato del comandante de la Policía Federal, Roberto Velasco, ocurrido el jueves.
Ese individuo fue detenido luego de que llegara al Hospital de La Raza, herido por un proyectil de arma de fuego.
Fuentes de la Policía Federal indicaron que Velasco estaba adscrito a la Tercera Sección del Estado Mayor de esa corporación. Se encargaba de realizar investigación relacionada con la delincuencia organizada, principalmente a través de análisis de laboratorio.
Ayer, en una carta, el Embajador de Estados Unidos, Tony Garza, lamentó el crimen, y destacó que Velasco contaba con un buen historial en la lucha contra los cárteles del narcotráfico, hecho por el cual se le extrañará.
Con información de Rolando Herrera
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