Al menos cuatro sicarios disfrazados con uniformes de color negro del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) perpetraron el ataque con granadas durante el Grito de Independencia que dejó siete muertos y 132 heridos, informaron fuentes que realizan las indagatorias en esta capital.
Las líneas de la investigación apuntan a que los atacantes pertencen a la organización criminal conocida como La Familia.
Las autoridades presumen que el grupo criminal podría haber perpetrado el atentado por diversas motivaciones: como medida de presión hacia instancias de los gobiernos del estado y federal para lograr espacios de impunidad y permitir su operación en la entidad; en reclamo por algún acuerdo incumplido por autoridades políticas o policiacas locales o en venganza por acciones oficiales en su contra.
Mientras, el Ejército permanece resguardando por segundo día consecutivo los sitios donde ocurrieron los ataques con granadas que dejaron siete muertos y 132 heridos.
La mañana de ayer, expertos de las procuradurías General de la República (PGR) y estatal de Michoacán realizaron nuevos peritajes en el lugar, con el fin de determinar si hay nuevas evidencias sobre el ataque.
La vigilancia de autoridades estatales la noche del Grito en Morelia fue penetrada por los sicarios. Ello, no obstante los más de 100 elementos de la policía estatal vestidos de civil y mezclados entre la gente para evitar cualquier acción violenta.
La investigación de las autoridades contiene información sobre cuatro sujetos que viajaban a bordo de un auto Jetta, color blanco y con las placas cubiertas con cinta canela, que llegaron a la colonia Santa Cruz, exactamente a un lado de la discoteca Ego.
Ahí fueron observados cuando se cambiaban los uniformes color negro, similares a los que usa el comando Goes, por pantalones vaqueros y al encasquetarse sombreros tipo norteño, según parte de las investigaciones realizadas y que en breve quedarán a cargo de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) debido al uso de granadas en el ataque y que las principales hipótesis apuntan hacia el crimen organizado.
Los sujetos, según las investigaciones, abordaron una camioneta Silverado, color blanco y una Windstar, color rojo. Ambas, presuntamente con placas de Jalisco.
Otro de los vehículos, el Jetta blanco y que tenía placas de circulación de Guerrero, fue localizado por las autoridades y en las próximas horas se pondrá a disposición de las autoridades federales.
Precisamente desde el Jetta blanco, los atacantes lanzaron la segunda granada en el cruce de las calles Madero y Quintana Roo, para luego huir hacia la citada colonia, situada al sur de Morelia y que se encuentra precisamente en la ruta de escape que al parecer usaron los homicidas para salir del centro histórico tras su ataque.
Mientras tanto, los responsables de la investigación trabajan sobre el análisis de videos tomados por cámaras que opera el Centro de Mando C-4 en la ciudad. Se trata de averiguar si algunas de las cámaras de video registraron los desplazamientos de los automotores en los que supuestamente se dieron a la fuga los delincuentes.
Las cintas de las dos videocámaras localizadas frente al palacio de gobierno son analizadas paso a paso, aunque en el momento del estallido de la primera de las granadas, el aparato miraba hacia arriba y no captó el ataque realizado por los cuatro sicarios que supuestamente se disfrazaron de policías y pudieron burlar el cerco policial y de agentes vestidos de civil.
En la ciudad de México se pidió a la Procuraduría General de la República confirmar si esta dependencia tenía una línea de investigación acerca de los sicarios disfrazados con uniformes de color negro del Grupo de Operaciones Especiales. La respuesta fue que esta información no formaba parte de las investigaciones que hasta ahora lleva la dependencia federal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario