Es tan grave el diagnóstico que la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno federal tiene sobre la situación de violencia en Sinaloa, que en el número de víctimas pone al estado por encima de Irak. Tan grave que ya tiene decidido aceptarle a Estados Unidos apoyo en materia de inteligencia contra el crimen organizado.
Al tomar de parámetro aquella región del Medio Oriente, la SSP considera que en los frentes de guerra iraquíes mueren actualmente dos personas diarias, en promedio, mientras que en Sinaloa durante el mes de junio ocurrieron 4 homicidios en promedio al día.
Tiene sustento esa evaluación porque si se revisan los informes bélicos de aquel país, la agencia EFE informó que el pasado jueves 17 de julio, tres personas murieron y otras seis resultaron heridas; en Sinaloa, ese mismo día —uno de los más tranquilos de la jornada violenta— murieron tres personas en un fallido levantón ocurrido en la colonia Rubén Jaramillo y un vecino de la sindicatura de Eldorado fue encontrado ejecutado. Pero hay días que registran 18 asesinatos.
De acuerdo con información obtenida en la SSP, como una de las primeras acciones de colaboración del gobierno de Estados Unidos, dentro de la Iniciativa Mérida, se solicitará el envío de personal de Inteligencia de la Agencia Antidrogas y del Pentágono, para la localización de cabecillas e integrantes de los cárteles del narcotráfico.
La dependencia federal identifica deficiencias en el trabajo de inteligencia, las cuales han originado que el operativo Culiacán-Navolato, así como las acciones que se llevan a cabo en ciudades como Mazatlán y Guamúchil, sean deficientes y se cometan una serie de errores al recibirse datos falsos que indican la presencia de miembros de la delincuencia organizada, o casas de seguridad de éstos, en diferentes sectores urbanos.
Estados Unidos, que recomienda a sus turistas no viajar a Sinaloa durante este verano, aportaría agentes y tecnología, pero no tropas, para reforzar la guerra que el presidente Felipe Calderón le ha declarado al crimen organizado. El personal militar y antidrogas de EE. UU. estaría subordinado a los mandos del Ejército mexicano.
Aunque no se precisa desde qué fecha arribaría a Sinaloa el equipo estadounidense de inteligencia, se da como un hecho que suceda este mismo mes en que la situación de inseguridad se agrava. La SSP también considera que los integrantes del cártel de Sinaloa tienden a abandonar la entidad por la presión que ejercen sobre ellos el Ejército y las fuerzas federales de apoyo, sin embargo advierte que el enfrentamiento entre los grupos que encabezan Marcos (Arturo) Beltrán Leyva y Joaquín “El Chapo Guzmán” proseguirá.
La situación seguirá siendo complicada, tan grave que sería aventurado decir que a corto plazo volverá la tranquilidad, advierte la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno federal en un balance interno sobre el caso Sinaloa.
A ponerse las pilas
Lo que hay que definir, opina la senadora María Serrano, es cómo el gobierno va a enfrentar a organizaciones tan fuertes y tan pertrechadas, como aquellas que tienen a la población sinaloense sumida en el terror. “Es terrible lo que está ocurriendo y esto por ningún motivo puede seguir así. Es un hecho que los operativos no están dando resultados, que está faltando algo. Están ocurriendo cosas muy fuertes y peligrosas como son los coches-bomba que nos dicen que es la hora de poner en práctica todas las capacidades como sociedad y como Estado”, agrega.
La legisladora panista dice que ya basta de programas o estrategias que a cada rato cambian de nombre pero no la situación de inseguridad que afecta a los sinaloenses. “Es tiempo de revisarlo todo, de que rueden cabezas de funcionarios federales y estatales. Ya es hora de que el gobernador Jesús Aguilar Padilla se ponga las pilas. Esto es cada día más tormentoso. O le metemos el cien por ciento de ganas para que cese la ola de violencia, o dejamos el campo libre para que vengan otros a intentarlo”, dice.
Al señalar que los operativos no han dado los resultados esperados, aclara, tampoco propone que se deje abandonada la plaza sino rediseñar las acciones que en los hechos lleven a ganar esta guerra. “Se dejó crecer tanto al narcotráfico, durante décadas se le permitió fortalecerse, pero ya es tiempo de actuar en serio y con energía”.
Propone más labor de inteligencia, mayor compromiso de las autoridades federal y estatal y mayor apoyo a las policías locales porque es inadmisible, externa, que en un problema tan fuerte como el que vive Sinaloa por la violencia, los policías ministeriales paren labores en demanda de que sean atendidas sus demandas de equipamiento. “¿Cómo quiere el gobernador que con esas carencias participen en el combate a la delincuencia?”, cuestiona.
María Serrano adelanta que planteará en el Senado que se evalúen los operativos en contra del crimen organizado porque Sinaloa ya no puede continuar como está, porque aquí ni en sus casas se siente segura la gente. “Vamos a insistir en una total coordinación ya que no es posible que en algunos hechos de violencia la policía tarde hasta una hora para hacer acto de presencia. De plano el gobernador y su gabinete de seguridad tienen que ponerse las pilas ya”.
Los buenos y los malos
Para el senador Mario López Valdez sí hay salidas de este momento de crisis que se vive en el ámbito de la seguridad pública. “Las hay desde el momento en que somos muchos más los buenos que los malos. Si nos sumamos todos los sinaloenses de bien, vamos a ganar esta guerra”.
Lo preocupante de los operativos que se llevan a cabo en la entidad –considera– es que caigan más inocentes que delincuentes, que se hayan cometido abusos contra la población pacífica, que familias enteras estén siendo víctimas, que en los cateos se abuse o se atropelle, que aumente alarmantemente la cifra de muertos o que la sociedad padezca la psicosis de miedo.
—¿Y qué se debe hacer para que las cosas cambien? —Fortalecer al gobierno. Estar con él en todos los llamados que haga. Decirle a la Federación que desde que empezaron los operativos, el clima de inseguridad está peor. Que esto no puede seguir así y que ya debemos frenar omisiones, corruptelas, complicidades. —¿Tiene alguna medida para promover desde el Senado? —Yo no haré nada que el gobernador no me indique que tenga que hacer por el bien de los sinaloenses. Estoy en el equipo de México con la camiseta bien puesta y siempre dispuesto a trabajar, a aportar, a que hagamos lo mejor.
El senador priista coincide que en Sinaloa las cosas no están bien, como no lo están ni en Chihuahua ni en Tamaulipas. Se inclina por la adopción de medidas de fondo, de raíz en las estrategias de combate al delito. “En este país hemos hecho mal las cosas durante décadas y hoy tenemos que no se cumple con los niveles de calidad que requiere el mundo actual. Tampoco las familias están como hace 40 años en que los valores y la autoridad de los padres regían la formación de las personas”, reflexiona.
Esboza respuestas estructurales como el combate a la pobreza, atacar los niveles de impunidad en un país en que sólo dos de cada cien delitos se castigan, eficientar los sistemas de procuración e impartición de justicia pues la ley se puede negociar con el juez de barandilla, el Ministerio Público o un tribunal.
Se trata, puntualiza, de ver a largo plazo, de implementar medidas no sólo policiacas sino de atención a las causas de la criminalidad. “Ahí tenemos que Ernesto Zedillo puso en marcha un plan nacional de seguridad de alcance transexenal, pero vino Vicente Fox y le dio para atrás”.
El piso como refugio
Gravísimo. Con esa palabra define el diputado federal Juan Guerra la atmósfera de miedo y alarma que predomina en Sinaloa. Vino por unos días a Culiacán y al estar en una taquería algo tronó y la gente se tiró al suelo, apanicada.
Lo que se necesita, desde su punto de vista, es rediseñar el estado mexicano ya que en realidad no se está persiguiendo a los criminales, “más que perseguirlos, el gobierno actúa a la defensiva y va a los lugares en que los delincuentes hacen mayor daño”. “Lo que uno espera es que se pongan de acuerdo en el gobierno y se acabe esto. Por lo pronto, lamentablemente, no se ve alguna opción que diga que la situación de inseguridad va a ser superada. Los operativos no han disminuido el número de víctimas y tenemos más muertos que los que ocurren en la guerra de Irak”.
Insiste en que el estado mexicano debe asegurar más estabilidad, recurrir a la prevención, a la inteligencia, pero no se ve que eso ocurra.
—¿Y el gobierno de Jesús Aguilar Padilla hace lo que le corresponde en darles seguridad a los sinaloenses?— Mi percepción es que si el Gobierno federal está siendo rebasado, el Gobierno estatal con mucha mayor razón. Si aquí la misma policía se siente insegura, ¿cómo podemos sentirnos los ciudadanos? El diputado federal perredista externa que la sociedad debe organizarse, movilizarse y participar para obligar a que actúen las autoridades. “No es posible que todo mundo se tire al piso ante cualquier ruido. Esto no había sucedido nunca y ni debe seguir sucediendo”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario