Grupos rivales de sicarios interrumpieron el sueño de los habitantes de la colonia 10 de Mayo durante un enfrentamiento que duró casi una hora y durante el cual cuatro residencias resultaron afectadas por las cientos de balas disparadas y por la detonación de granadas y bombas molotov, que utilizaron para reventar una supuesta casa de seguridad.
Los atacantes incluso colocaron un "carro-bomba" que elaboraron con tres pequeños tanques de gas dentro de un vehículo, al cual le prendieron fuego para tratar de volar la residencia.
Durante el tiempo en que duró el fuego cruzado ni el Ejército ni las policías locales y federales acudieron a la "zona de guerra", mientras el pánico se apoderó de los vecinos que insistentemente llamaron al Servicio de Emergencia 066 si recibir respuesta.
Los gatilleros de ambos bandos de nueva cuenta como ocurrió apenas el sábado pasado durante un hecho similar en Rincones del Humaya, y amparados por la tardía reacción de las autoridades del Operativo Conjunto Culiacán-Navolato, lograron escapar.
Según los primeros reportes, la balacera inició a las 04:30 horas y terminó a las 05:20.
El hecho ocurrió sobre la calle 21 de Marzo, entre las calles Gladiola y Tulipán, en la colonia 10 de Mayo.
Vecinos informaron que a ese lugar llegaron en varias unidades al menos 30 gatilleros que se desplegaron en las esquinas de las rúas referidas, apuntando a la casa marcada con el número #2095, donde se presume se encontraba un grupo contrario.
Desde esos puntos los delincuentes comenzaron el ataque tomando como trincheras las casas cercanas.
Según testimonios, algunos de los sicarios se acercaron hasta el portón y lanzaron por lo menos dos granadas y bombas molotov; mientras que otros continuaban disparando.
Otros sicarios colocaron un vehículo frente al portón de la residencia y le prendieron fuego para hacer estallar "el carro-bomba".
Del interior de la casa de seguridad hubo respuesta, y se recrudeció el tiroteo por casi una hora.
Vecinos, entre mujeres, niños y ancianos, de varias calles a la redonda del enfrentamiento comentaron que al escuchar la balacera se tiraron al piso y permanecieron así por una hora.
"Yo llamé varias veces al 066, pero nadie me contestaba. Ni los militares ni policías se acercaron hasta ya después que terminó todo", comentó una vecina del lugar.
Durante el tiroteo los sicarios dispararon también contra las residencias marcadas con los números 2082, 2015 y otra sin número, las cuales estaban junto a la supuesta casa de seguridad.
Los proyectiles entraron por las ventanas y puestas y decenas más se incrustaron en las fachadas, sin que hasta el momento se hayan reportado heridos.
Sobre la avenida quedaron regados cientos de casquillos percutidos por cuerno de chivo.
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