El asesinato en el Centro Comercial Unicenter de Buenos Aires de dos colombianos por un sicario en moto, confirma la actividad creciente del narcotráfico en Argentina.
Según información de las autoridades colombianas, uno de ellos era ‘Monoteto’, sobrenombre de Héctor Edilson Duque Ceballos, líder paramilitar del Grupo Cordillera, que, al parecer, habría sido ajusticiado por traicionar a su jefe, ‘Macaco’, y haberse quedado con una millonaria suma de dólares.
Los colombianos ultimados y el que sobrevivió habían ingresado al país en octubre del año pasado, viajaban a Colombia con frecuencia, llevaban una vida con muchos lujos, residían en una elegante casa en un “country” del norte de la capital, donde había una empleada colombiana con documentos falsos, pagaban todo en efectivo y no tenían actividad fija.
La presencia de ‘peces gordos’ del narcotráfico en estas latitudes es una prueba del crecimiento del tráfico de drogas en el sur del continente, tanto para consumo interno, pero fundamentalmente como ruta de paso hacia Europa.
En enero se habían decomisado mil kilos de cocaína camuflada en planchas de plástico para proteger el piso de los estadios, que iban a ser enviadas a Europa. En febrero, en el barrio de La Tablada, aparecieron los cuerpos descuartizados de dos colombianos.
En mayo pasado se descubrió un depósito con 470 kilos de cocaína y se cree que los colombianos asesinados estaban vinculados con ese cargamento.
Después, a principios de julio detuvieron a un español y a un argentino que gastaron más de 80.000 euros en dos meses, acusados de liderar una banda que envió 1.500 kilos de cocaína en un velero a Europa, y en este mes, en Bolivia, incautaron 460 kilos de cocaína que viajaban hacia la Argentina.
Las rutas hacia Europa
Fabián Calle, experto de la revista DEF, dijo a El País que, si bien “no hay, al parecer, estructurados carteles o mafias organizadas institucionalmente”, hay un crecimiento del ingreso de drogas que se detecta por el aumento de las incautaciones, que sólo constituye entre un 10% y 15% de la droga que entra al país”.
Este fenómeno obedece a varias causas. Por un lado, “de las mil toneladas que se elaboran, 650 las produce Colombia, pero 350 las hacen en Perú y Bolivia, y es lógico que busquen las rutas del sur”, dice Calle.
En segundo lugar, “el Plan Colombia, que no funcionó para destruir coca y que fue más eficiente como plan antiguerrillero, según confesiones de la propia DEA, sí logró desviar el destino de la coca, girando el flujo hacia abajo”. A esto se agrega la depreciación del dólar y la valorización del euro.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la reducción del consumo de coca en Estados Unidos se ve contrarrestada por el aumento en Europa. “Con el mercado estable en Estados Unidos, la cocaína está aumentando en Europa, donde el consumo se duplicó o triplicó en varios países durante la última década. En España por primera vez se registraron niveles superiores a los de Estados Unidos en 2005 y lo mismo sucede en Gran Bretaña e Italia”, dice Calle.
El caso de los colombianos también es analizado por Interpol y la DEA que intentan determinar si en Argentina funciona una base de envíos de cocaína hacia Europa.
De hecho, los grupos colombianos son los que dominan las operaciones de tráfico de cocaína hacia Europa. El 23% de los extranjeros detenidos por tráfico de drogas en España son colombianos, seguidos por los marroquíes (11%), los dominicanos (6 %) y los rumanos (3 %).
Fabián Calle no cree que existan carteles colombianos como tal, pero sí “posiciones de avanzada que controlan los cargamentos, gente que vigila, personas que tienen una situación muy volátil”.
El otro fenómeno es el aumento de los laboratorios para procesar cocaína. Hace dos semanas fue desbaratada una banda de mexicanos que procesaba drogas sintéticas en la localidad de Escobar al norte de Buenos Aires, y que pagaba diez veces menos que en México por los precursores químicos.
Cada vez es mayor el consumo
La estabilización de las economías en Argentina y Brasil ha mejorado el mercado interno y hay más plata para gastar en drogas. Argentina es el primer país de América latina en consumo de cocaína y el segundo de todo el continente, detrás de los Estados Unidos, según revela el Informe Mundial de Drogas de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con una encuesta de la Secretaría de Lucha contra las Drogas y el Narcotráfico, Sedronar, entre 1999 y 2006 el consumo de cocaína creció del 1,9 al 2,6% (unas 640.000 personas). En el continente americano sólo los Estados Unidos superan esa cifra: 3% de sus habitantes de entre 15 y 64 años.
La situación es más grave si se considera que el 0,5% de la población de las edades señaladas admitió haber usado pasta base de cocaína, el ‘paco’, cuyo consumo creció un 200% desde el 2001.
Argentina está segunda en América del Sur en consumo de marihuana y en éxtasis, con el 6,9% de la población que consumió marihuana al menos una vez en el año.
Otros datos provienen del Centro Nacional de Intoxicaciones: en 1987 hubo 50 consultas por droga y el año pasado 3.000. En 1997 la morgue porteña detectaba alguna droga en 30 cadáveres al año, y ahora en 300.
Gracias a este mercado que florece, bandas de narcotraficantes peruanos se han enraizado en las ‘villas’ porteñas y se encargan de la venta minorista.
Operativos tras el incidente
Diversos allanamientos se realizan tras el asesinato, el pasado jueves, de dos ciudadanos colombianos a quienes la Policía vincula al narcotráfico, en el estacionamiento de un centro comercial en Martínez, en la periferia de la ciudad de Buenos Aires.
De acuerdo con las autoridades, una de las probables causas de este hecho sería un ajuste de cuentas entre narcotraficantes relacionado con un cargamento de 470 kilos de cocaína secuestrado en mayo pasado.
El fiscal de Martínez, Diego Grau, y un grupo de detectives de investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires han encabezado los operativos en varios barrios de la periferia noroeste de la capital argentina.
Datos clave
La Policía bonaerense cree que el crimen de los colombianos está vinculado con los tres grandes decomisos de cocaína que se han hecho este año.
Brasil, Uruguay y Argentina, que tienen muchas relaciones con Europa, son lugares ideales para buscar rutas alternativas.
La Aduana argentina detuvo la semana pasada a un ecuatoriano que pretendía ingresar en el país con diez kilos de cocaína de máxima pureza.
La semana pasada, 115 kilos de cocaína, avaluada en US$3 millones, fue hallada en maquinaria agrícola que llegaron a España desde Argentina.
En sus propias palabras
"El tráfico de drogas busca una moneda fuerte. Las mafias colombianas han ido trabando nexos con las mafias europeas, italianas y rusas”. Fabián Calle.
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