Tregua entre células del CAF

Inteligencia policial
ha confirmado que Teodoro García Simental se fue a Sinaloa después de
la balacera y que, aun cuando el sobrino de los Arellano Félix ha
ordenado calma para “enfriar” la plaza, sicarios procedentes de aquel
estado ya arribaron a la ciudad. Prevén otro enfrentamiento si las
negociaciones entre ellos no avanzan. Todo, al amparo de las
corporaciones policíacas.

Investigaciones ZETA

Las células delictivas del cártel de los hermanos Arellano Félix (CAF), que
se enfrentaron a balazos la madrugada del 26 de abril, acordaron una
tregua.


Sin embargo, por lo menos dos miembros de los grupos que delinquían
para Teodoro García Simental han sido localizados muertos en 10 días.


Incluso, ex lugartenientes de “El Tres Letras” que fueron reclutados al
equipo de Francisco Arellano Félix “El Ingeniero” a cambio de evitar la
cacería de ellos y de su jefe, estarían inconformes en el nuevo bando.


Las versiones extraoficiales de investigadores indican que “El Teo”
salió inmediatamente a Sinaloa y desde allá está enviando “grupos de
chinolas” para tratar de recuperar el poder que perdió cuando le fueron
asesinados y retirados sus principales lugartenientes


Datos oficiales revelaron que cinco de los 33 oficiales retirados del
cargo en Tijuana por no haber aprobado los exámenes de confianza, están
mencionados en la investigación de la balacera como presuntos
participantes.


Además, finalmente los 13 cadáveres encontrados en tres puntos de la
ciudad como resultado del enfrentamiento criminal ya fueron
identificados, incluso entregados a sus respectivas familias.

Los cuerpos


Esta semana autoridades confirmaron, aunque de manera extraoficial, que
entre los muertos de la balacera no estuvieron ni Raydel Uriarte o Luís
Alfonso Velarde “El Muletas”, ni José Filiberto Parra Ramos “La
Perra”, sin embargo sí quedó tendido en la escena del crimen, Lorenzo
Ismael Gastélum Escalante de 27 años, nacido en Los Mochis, Sinaloa y
de oficio pintor.


A este hombre le apodaban “El Pana” y estaba identificado como el jefe
de escoltas y segundo de a bordo de la célula de “La Perra”. Conforme a
las indagatorias, fue uno de los primeros en caer muerto. Se trata del
joven vestido de manera llamativa con una camisa azul que portaba un
anillo de calavera y una ostentosa esclava. Lo confundieron con “El
Muletas”.


Otro de los cuerpos correspondió efectivamente a uno de los
lugartenientes de “El Teo”, Héctor Alonso Gómez Jiménez “El Búho”,
tijuanense de 24 años, de oficio panadero y estudiante de medicina. Fue
el joven señalado en la primera declaración de la única mujer detenida,
Ana Jennise Heredia. Lo mencionó como uno de los responsable del
“levantón no autorizado” de su primo.


Este joven empezó a coordinar una célula delictiva subordinada, entre
2004 y 2005, temporada en la que se contactó y reclutó a jóvenes
estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y del
Tecnológico de Tijuana.


Obtuvo simpatías y apoyo criminal ofreciendo amistad y dinero,
convirtiéndose en el patrocinador de equipos deportivos de fútbol y
carreas en la Baja Mil.


Su fachada social incluía ser encargado de una panadería reconocida
ubicada en la calle tercera de la zona centro. Los datos indican que
era huérfano y había sido educado por la dueña del negocio, quien lo
trataba como un hijo y le pagaba los estudios en una universidad
particular localizada en las inmediaciones de la Central Camionera.


La fidelidad de sus “amigos” estuvo presente hasta el último momento.
Llegaron al punto de que el sábado 3 de mayo en la celebración de un
juego, sus ex compañeros del equipo de fútbol del Tecnológico
solicitaron que se guardara un minuto de silencio antes de iniciar el
partido, situación que generó roces y la respuesta de algunos presentes
que se negaron a la petición recordando que no era un héroe, porque
murió “en la maña”.

Los otros cuerpos identificados fueron de:


* Heriberto Noriega Alarcón, un ex ministerial mexicalense de 35 años.
* Juan Carlos Uzueta Ontiveros, taxista en Tijuana, originario de Costa Rica, Sinaloa con 23 años.
* Óscar Arturo Soberano Mosqueda de 24 años, nacido en Tijuana, dedicado a la venta de autos.
* José Humberto Guevara, veracruzano de 21 años que trabajaba en una maquiladora.
* Raúl Castro Sánchez de 24 años, originario de Tijuana, cuyos
familiares aseguraron se dedicaba al comercio de artesanías.
* Giovanni Arturo Arreguín de 24 años, que se dedicaba a instalar estéreos.
* Efraín Lizárraga Félix de 29 años, procedente de El Dorado, Sinaloa;
dedicado a la venta de carros por internet.
* De 23 años, Roberto Cárdenas, de Ensenada; también tenía registrada
la venta de carros como actividad comercial.
* Osvaldo Valencia Manzo de 27 años, su familia aseguró que era operador de grúas,
* Y Jorge Guillén Avendaño de 28 años, fue el único registrado como desempleado.


Los policías
De la investigación, la información es que dos de los nueve detenidos
en el Centro Nacional de Arraigos de la Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la
Procuraduría General de la República (PGR) ya hablaron.


Se han proporcionado nombres de agentes ministeriales y municipales,
así como direcciones de casas de seguridad, las cuales, se suponía,
iban a catear las fuerzas federales con apoyo del Ejército. Sin embargo
nada ha sucedido.


Respecto de la detención de los seis ministeriales y 13 policías
municipales que presuntamente participaron activamente en la balacera,
tampoco se han ejecutado y se desconocen las razones de la lentitud del
proceso.

Sin embargo, algunos de los señalados ya enfrentan procesos.


Conforme a los datos de los jefes policiacos, cuatro de los 35
elementos retirados de sus cargos en la Secretaría de Seguridad Pública
de Tijuana este 8 de mayo, por no aprobar los exámenes de confianza,
están señalados dentro de la investigación de la balacera.


Y cuatro de ellos son agentes denunciados previamente en este Semanario
debido a que sus nombres ya habían sido mencionados por detenidos en
acciones relacionadas con el crimen organizado. Y formaban parte de
averiguaciones previas en poder de la PGR.


Se trata de los agentes Víctor Gamaliel López López, Roberto Ramírez
Tello y Ángel Tarazón Madrigal, quienes coincidentemente han
desempeñado su función en la conflictiva delegación Centenario.
Todos han sido declarados en más de dos ocasiones previas por la PGR y nada ha pasado.


Los testigos también acusaron al jefe de la zona centro, Alfonso David
Corvera Sánchez, nombrado por los actuales jefes policíacos.
Mencionaron la presencia en el narco-operativo de Ezequiel Valle
Rangel, quien dejó la corporación en febrero después que en un pase de
lista frente al resto de los policías, el director, Teniente Julián
Leyzaola, lo responsabilizó abiertamente de la muerte de dos agentes a
mediados de ese mismo mes, y le advirtió que lo iba a poner en puntos
fijos.


Acusan las propias autoridades que Valle ya tenía una célula delictiva
con civiles y policías y desde entonces operó abiertamente para el CAF.
Circulando con total impunidad al grado de continuar haciendo “visitas”
a la delegación Centenario, a la que llegaba en un Mercedes Benz
a pesar que desde entonces, su nombre aparecía en varias averiguaciones
previas y confesiones de testigos como protector de sicarios del CAF.


Sin embargo no han sido detenidos porque la denuncia o mención de otro
delincuente no es considerado elemento suficiente para su aprehensión.

Las bajas
Grupos de inteligencia policiaca han sido enterados de que “El
Ingeniero” presuntamente le “perdona” la vida a García Simental y a los
participantes de la balacera, a cambio de que “El Teo” deje de operar
criminalmente en Tecate.

Además, el sobrino de los Arellano exigió que en adelante los principales lugartenientes delinquieran directamente para él.


También tienen conocimiento las autoridades que los sicarios conocidos
como “La Perra” y “El Muletas” no están conformes y al igual que
Alfonso Escobedo Villalvazo, “El Rambo”, se niegan a “traicionar” a
García Simental y están buscando al “Güero Camarón”, a quien
responsabilizan de la situación actual. Lo acusan de “entregarse” a “El
Ingeniero” asegurando que él sólo obedecía órdenes de “El Teo”.

Del enfrentamiento del sábado 26 de abril ya hubo por lo menos dos muertos más, ambos del grupo de García Simental.


Conforme a las indagatorias, el cadáver de un hombre de entre 35 y 40
años, localizado el lunes 28 de mayo bajo el puente que conduce a el
fraccionamiento Punta Bandera, al que le escribieron en la espalda con
plumón las palabras “Traidor Enemigo Objetivo”; pertenecía a la célula
subordinada de Alfredo delgadillo Solís “El Máquina”, actualmente
detenido en la ciudad de México. Y el cuerpo localizado el martes 7 de
abril en la Vía Rápida Poniente era de un hombre ligado a las
actividades delictivas de “El Güero Camarón”.


La información extraoficial indica que miembros de ambos grupos están
inconformes porque los participantes en la balacera continúan con vida.
Sin embargo los agentes investigadores tienen la teoría de que Arellano
sí ejercerá represalias, pero no a través de ejecuciones que llamen la
atención, porque necesita “enfriar” la plaza.


Pese a ello, aseguraron que no será fácil mantener la calma porque ya
ha sido detectada la llegada de nuevos operadores procedentes de
Sinaloa, que intentan sostener el poder de este lugarteniente, lo que
estaría gestando otro enfrentamiento.