El gobierno de México concedió la extradición a Estados Unidos de Benjamín Arellano Félix, uno de los líderes del cártel de Tijuana, quien en cualquier momento será entregado a las autoridades judiciales de ese país.
A pesar de que un juzgado federal emitió una opinión jurídica en la que consideró que no era procedente de la extradición del presunto capo, bajo el principio legal de que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) consideró que el dictamen es equivocado.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), no se viola este principio, ya que no fue procesado por los mismos hechos que se le imputan en Estados Unidos, como el de lavado de dinero, pues ante tribunales mexicanos nunca fue consignado ni mucho menos
sentenciado por ese cargo.
Benjamín Arellano será entregado por cinco cargos federales que le imputa la Corte de Distrito Sur de California, que incluyen lavado de dinero, delincuencia organizada, asociación delictuosa, operaciones de tráfico de droga -cocaína y marihuana-.
En concreto se le imputa el envío de 24 cargamentos de droga entre los años 1990 y 2000, en su mayoría a California y uno a San Luis Missouri, que fueron decomisados por las autoridades de ese país entre los que destacan uno de 3.5 toneladas; uno de dos mil 298 kilogramos y otro de mil 800
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