domingo, 1 de marzo de 2009

Juárez bajo sitio militar

Con un estado de fuerza cercano a 8 mil efectivos, el Ejército mexicano intentará materializar la orden del presidente Felipe Calderón de ponerle “punto final” a la presencia y acción del narcotráfico en Ciudad Juárez, Chihuahua, entidad donde han muerto ejecutadas al menos 2 mil 750 personas en los últimos 14 meses.

Con los militares desplegados en esta etapa de reforzamiento de la Operación Conjunta Chihuahua, el Ejército tendrá más de 14 mil efectivos en esa zona.

Lo anterior, si se toma en cuenta que en la 11 región militar —que abarca a Chihuahua y a Coahuila— poco más de 7 mil elementos operan con regularidad y podrían sumarse al contingente de la Brigada Independiente de Infantería que llegará a Ciudad Juárez.

Esto equivale a que uno de cada cuatro militares involucrados a diario en la lucha contra el narcotráfico estará en Ciudad Juárez para intentar retomar el control de esa urbe.

En la actualidad, 45 mil militares están destinados a la lucha antidrogas.

“Sitiar” Juárez

El objetivo, indicaron fuentes de la Defensa Nacional, es “sitiar” Ciudad Juárez, concentrar fuerzas y saturar el teatro de operaciones para enfrentar a los sicarios de los cárteles que tienen presencia en el lugar.

A partir de lo acordado en Ciudad Juárez en la reunión del Gabinete de Seguridad del 25 de febrero, el Ejército desplegará en esa urbe a 5 mil 332 elementos de una Brigada de Infantería Independiente (BII).

Ésta tendrá mando único que se coordinará con el comandante de la 11 región militar, encabezada por el general de brigada Marco Antonio González Barreda.

Es probable que quien asuma la responsabilidad sea el general de brigada Felipe de Jesús Espitia Hernández, actual comandante de la quinta zona militar con sede en Chihuahua, Chihuahua.

El general Espitia es el responsable de las acciones del Operativo Conjunto Chihuahua iniciado el 27 de marzo de 2008.

Fuentes consultadas indicaron que un batallón de infantería y un grupo de morteros reforzarán a la Brigada de Infantería Independiente. Estará formada por entre ocho y 10 batallones de 520 elementos cada uno.

La Fuerza Aérea Mexicana (FAM) se sumará al contingente con ocho helicópteros Mi-17, MD-530 y Huey; un avión Hércules C-130, y un transporte de tropas Aravá.

Estas unidades serán apoyadas a su vez por las tropas desplegadas en la 11 región militar, en la que hay 7 mil 170 efectivos.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en esa región están en funciones 28 generales, 175 jefes, 827 oficiales y 4 mil 865 soldados de tropa.

La 11 región militar comprende los estados de Chihuahua y Coahuila.

En la primera entidad está la quinta zona militar, ubicada en Chihuahua, Chihuahua, bajo el mando del general Felipe de Jesús Espitia, matrícula 6459590, ex jefe de la Sección Séptima (Operaciones Contra el Narcotráfico) y de Inteligencia Militar.

También se ubica la sexta zona militar, localizada en Saltillo, Coahuila, encabezada por el general de brigada Rubén Serrano Herrera, y la 42 zona militar, en Hidalgo del Parral, Chihuahua, que dirige el general de brigada Antonio Meza Santos.

Además, en la 11 región militar se encuentran cinco de las 24 guarniciones militares que hay en el país:

—Ciudad Juárez, Chihuahua, dirigida por el general de brigada Alejandro Sandoval Torres.

—Ojinaga, Chuihuahua, encabezada por el general de brigada Amado Onésimo Flores Morales.

—Palomas, Chihuahua, comandada por el general de brigada Jenns Pedro Lohmann Iturburu, ex director de la Escuela Superior de Guerra.

—Ciudad Acuña, Coahuila, dirigida por el general de Brigada Ramón Isidro Ortega Cardoso.

—Piedras Negras, Coahuila, comandada por el general de brigada Víctor Jesús Delgado Barahona.

La misma tácticaen otros “focos rojos”

Las fuentes consultadas señalaron que si el esquema operativo que se aplicará en Ciudad Juárez funciona como se espera, se le usará como esquema base para utilizarlo en otras entidades.

Los mandos indicaron que existen al menos cuatro focos rojos en los que la acción del crimen organizado ha mermado severamente la presencia policiaca, se convirtió en un poder alterno y ha alterado la vida de la sociedad por la violencia desatada.

Los focos rojos ubicados en este momento por la Defensa Nacional se encuentran en los estados de Chihuahua, Guerrero, Baja California y Sinaloa. En segundo plano, pero no menos complejos, aparecen Michoacán, Coahuila y Zacatecas.

Indicaron que en Ciudad Juárez, el Ejército enfrentará “a un número indeterminado de sicarios” de los cárteles de Juárez (grupo La Línea), de Sinaloa (Nueva Gente) y de Michoacán (La Familia) que operan en esta urbe.

Hasta antes del acuerdo, Ciudad Juárez contaba con el depliegue de 2 mil 26 militares enviados a Chihuahua desde el 27 de marzo de 2008 para poner en marcha el Operativo Conjunto Juárez.

A este operativo se sumaron por parte de la Policía Federal 425 agentes.

La Procuraduría General de la República (PGR) envió al contingente a 63 miembros del Ministerio Público.

La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) dispuso la presencia de 23 peritos y un fiscal que laborarán en las zonas urbanas y poblados rurales de manera permanente.

Al anunciar la Operación Conjunta Chihuahua el 27 de marzo de 2008, el general Guillermo Galván, secretario de la Defensa Nacional, dijo que estaban ya destacamentados en ese sitio 539 efectivos.

Más tarde arribarían en tres aviones Hércules otros 330 militares, mientras otro contingente de 392 elementos se les uniría tras volar desde Puebla.

Desde esa fecha, la Defensa Nacional, la PGR, la Agencia Federal de Investigación y la PFP establecieron 10 bases de operaciones mixtas que son coordinadas por el general Felipe de Jesús Espitia Hernández, comandante de la quinta zona militar.

Sin embargo, desde la llegada del Ejército mexicano con la Operación Conjunta Chihuahua, aumentaron los hechos violentos en forma dramática.

En marzo de 2008 la cifra de ejecuciones en Ciudad Juárez había alcanzado el récord histórico de 45 víctimas. Hasta el 6 de febrero de este año, los números daban cuenta de 218 ejecuciones sólo en Ciudad Juárez y de alrededor de 544 en todo Chihuahua en los dos primeros meses del año. En 2008 fueron ejecutadas 2 mil 206 personas.

Con esta acción masiva en Juárez se espera, según la Sedena, acabar con la vorágine de crímenes atribuidos al narcotráfico, con base en un nuevo esquema de lucha y combate.

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