El área de inteligencia de la PEP lo seguía desde hacía tres meses. Lo ubicaron aquí como el más poderoso contacto del cártel de Sinaloa. Trabajaba directamente para Joaquín “El Chapo” Guzmán y es compadre de Ismael “El Mayo” Zambada. Se trata de Manuel Garibay Espinoza.
El capo declaró a sus captores que para él trabajaba Vicente Zambada “El Vicentillo”, hoy preso en una cárcel de Chicago. Que recientemente le decomisaron cuatro toneladas de droga en Chiapas, pero que se le quedaron tres y media en Colombia y una en México. Todas del cártel de “El Chapo”.
Explicó Garibay que su rompimiento con Benjamín y Ramón Arellano a finales de los noventa, se debió porque los hermanos le cobraron nueve millones de dólares por una droga que les pertenecía pero que le fue decomisada a Garibay en Los Ángeles, California. Entonces, molesto, él puso a Ismael Higuera “El Mayel” y a Gilberto Higuera Guerrero “El Gilillo” para que los detuviera, y se integró al cártel de Sinaloa.
Hasta que el jueves 24 de junio, elementos de la Policía Estatal Preventiva lo detuvieron cuando manejaba su Toyota Tacoma por las calles del Ejido Mezquital en Mexicali. Manuel Garibay no conocía límites para el trasiego de droga. En México operaba criminalmente en Jalisco, Morelos, Distrito Federal, Sinaloa, Sonora, Colima y Baja California; por ahí atravesaba la droga que cruzaba a los Estados Unidos.
Tenía trato directo tanto con Ismael “El Mayo” Zambada como con Joaquín “El Chapo” Guzmán, y estaba encargado personalmente de una ruta de tráfico de cocaína que partía de Cali, Colombia, hasta Estados Unidos, pasando por Mexicali. Su nombre: Manuel Garibay Espinoza, una pieza clave en la estructura del Cártel de Sinaloa.
Además tenía el control total de las tienditas de venta de cocaína y crystal tanto en el valle como en la ciudad de Mexicali.
Encabezaba una banda junto con dos de sus hermanos, José Luis y Gerardo, que operaba sobre todo en la zona sureste de Mexicali, en el poblado Pescaderos, pegado a la frontera con Sonora en el llamado rancho de los Garibay.
En ese lugar en octubre del 2002, a raíz del asesinato del agente de la policía ministerial Federico Alvidrez Viramontes, las autoridades localizaron una fosa clandestina y armas de diversos calibres. En aquel momento no hubo detenidos.
En 1998 la agencia norteamericana contra las drogas (DEA, por sus siglas en inglés) le siguió la pista a un grupo criminal que operaba en Mexicali y Caléxico al que denominaron el Cártel de Calecia y que comandaba Sergio Campos Salcido, quien hasta la fecha no ha sido detenido. De acuerdo al reporte testificado de un agente especial de la DEA, al antecedente de ese grupo tenía que ver con un personaje que estaba vinculado al grupo de los Arellano Félix, pero que se había cambiado de bando al Cártel de Sinaloa con Ismael “El Mayo” Zambada y después fue detenido en Estados Unidos y pasó a ser testigo protegido: Manuel Garibay Espinoza.
A este jefe del grupo conocido como Los Garibay se le atribuyó el asesinato de siete sinaloenses que fueron secuestrados en el Valle de Mexicali en junio de 1999 en la zona de Pescaderos. Los tres autos en que viajaban estos jóvenes fueron encontrados en partes, en el canal Reforma.
Posteriormente cuando detuvieron a otro de los participantes, detalló cómo los habían levantado y llevado hasta el rancho para asesinarlos en grupo y luego quemarlos para desaparecer evidencias.
A Manuel Garibay Espinoza se le vinculó también con un comandante de la entonces Policía Judicial Federal, Armando Martínez Duarte, “El Loco Duarte”, adscrito a Mexicali en ese entonces y hoy preso en el penal de Alta Seguridad, antes Almoloya, hoy conocido como La Palma.
El 2 de marzo del 2002 fue asesinado en San Luis Río Colorado, Sonora, el comandante de la policía municipal José Antonio Pineda Rodríguez. El crimen fue atribuido a Garibay Espinoza ya que una semana antes había sido detenido por el jefe policiaco a raíz de una infracción menor de tránsito y fue traslado a la PGR donde quedó libre tras el pago de la fianza.
A las cuatro semanas, de acuerdo a la investigación oficial, regresó para cobrar la deuda y lo asesinó, luego desapareció del mapa de la región, se fue a Sinaloa y fortaleció contactos con la gente que ya se había relacionado: Ismael Zambada y el Joaquín Guzmán.
En julio del 2004 fue asesinado el comandante de la Policía Ministerial en Mexicali Humberto Armenta y las autoridades atribuyeron el crimen a lo que quedaba de este grupo delictivo. En noviembre del 2006 una hermana de Garibay Espinoza fue asesinada cuando abrió la puerta de su residencia en Jardines del Valle, en Mexicali.
Entre el 2002 y 2008 fue el hijo, Manuel Espinoza Félix, quien heredó el liderazgo delictivo y se involucró en una serie de asaltos a empacadoras y secuestros de agroempresarios en el Valle de Mexicali.
Garibay Félix fue detenido en Los Ángeles en junio del 2008 y deportado a Baja California donde fue recluido en Mexicali y posteriormente trasladado a un penal del centro del país. Su padre (capturado el 24 de junio de 2010) regresó a Mexicali en 2009 y a base de homicidios y levantones retomó el control del narcomenudeo en la plaza.
Otro Garibay, José Luis, capturado en Estados Unidos y actualmente preso en el penal de El Hongo, donde también está Gerardo, fue aprehendido en Michoacán en el año 2000 y trasladado, amparo de por medio, hasta el mismo penal bajacaliforniano que su hermano.
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