jueves, 30 de octubre de 2008

¡Se fue el “ingeniero”! queda el “mando”



¡Se fue el ingeniero! Salió de la ciudad Fernando
Sánchez Arellano, el dirigente del cártel de los
hermanos Arellano Félix, según se afirmó la
tarde del miércoles anterior.
La detención de su tío Eduardo Arellano Félix, los
repetidos “golpes” en contra de su organización y
la caída, el martes de Giovanni Rivera Téllez
Girón (a) “la hamburguesa”, lo dejaron inerme y
sin recursos, y ante la alternativa de ser
aprehendido o muerto, decidió poner tierra de por
medio, dicen las fuentes, que afirman que “al
ingeniero ya no se le ve en Tijuana”.
No se sabe si su salida es una huída del “campo
de batalla” o si se replegó para reorganizarse y
“defender la plaza”, sin embargo se comenta que
al “caer” Eduardo Arellano Félix, “recogieron
todas sus cosas de una casa que tenía en Real
del Mar y se fue”.
Es más, se dice que en esa operación que se
llevó a cabo en el fraccionamiento “Pedregal”
cerca de la rampa “Buena Vista” se esperaba
capturarle. Se tenían informes de que ahí estaría,
pero algo sucedió y se escapó”.
En el mencionado fraccionamiento, se dijo, hay
otras dos casas que les pertenecen y por lo tanto
“cuando no estaban en una, se encontraban en la
otra y no esperaban que llegaran las fuerzas
federales, aunque el ingeniero tuvo suerte y se
les fue”.
En su lugar, se dice que ha quedado Armando “El
mando” o “el gordo” Villarreal, quien tiene la
encomienda de “mantener” al cártel, sin embargo,
los analistas establecen que esto es un error del
“ingeniero” porque “no se puede manejar la
organización a control remoto, porque siempre
quien queda tiene el gusanito de quedarse al
frente o no faltará quien lo “ponga” (lo delate)
porque ya no está mandando en los hechos”.
De igual forma consideran que Sánchez Arellano
deberá regresar a esta ciudad, como último
recurso para retomar el control de la organización
o para morir, ya que en cualquier otra parte del
país corre peligro; no lo quieren los otros grupos
y sólo aquí estaría en su terreno”. De tal forma,
establecen los analistas que Arellano Félix debe
“defenderse o morir”.

¿El fin del cártel?
La Drug Enforcement Administration (DEA) de
Estados Unidos, prácticamente dio por cerrado el
capítulo de los Arellano Félix en Tijuana, tras la
detención de Eduardo, alias “El Doctor”, sin
embargo no todos están de acuerdo con esta
tesis.
Aunque consideran que el cártel como tal, ya no
es de los Arellano, porque los hermanos que lo
manejaban están detenidos y en el caso de
Ramón, muerto, afirman que la organización que
se mantiene aquí, se deriva de ellos y como “jefe”
sigue un sobrino, hijo de su hermana Alicia.
Tras la captura de Eduardo Arellano, arreciaron
de nueva cuenta las ejecuciones y en tan sólo
cinco días, 23 personas fueron asesinadas en la
zona Costa, como parte de esta “guerra” entre
grupos del cártel.
. Unas de las más recientes ocurrieron el martes
pasado en dos establecimientos de autopartes
(yonkes), ubicados en el bulevar Díaz Ordaz. En
esos lugares fueron asesinados: Porfirio Carrillo
Quiroz, de 27 años; Alfonso Antonio Ochoa
Castillo, de 42; José Alejandro Hernández
Cuevas, de una edad aproximada de 35-40 años
y Honorio Salvador Moreno Hernández, de 35 a
40.
Por “fuentes” directas y mensajes enviados,
se pudo saber que las víctimas, trabajaban
para un individuo del cártel, conocido con el
apodo de “El Bebo”, el cual logró salvar la vida.
Los mensajes aseguran que este individuo es la
“conexión” entre Raydel López Uriarte “El
Muletas” y Fernando Sánchez Arellano “el
ingeniero”, sin embargo aseguran que el segundo
ordenó su muerte, ya que presume que está
colaborando con “El Teo”, su enemigo declarado.
“Parece que quiere hacer su mini-cartelito en
Tijuana, ahora que el último de los brothers
Arellano cayó al bote”, dice un mensaje que
además advierte que “la carnala mala (Enedina)
no se va a quedar con los brazos cruzados”. Se
afirma también que El Bebo “era el mayor surtidor
de armas al cártel” en tanto que los negocios de
auto-partes han sido “pantalla”.

Lo que queda del cártel
Pero al margen de esos “ajustes de cuentas”
que continúan y no obstante que se han hecho
importantes detenciones que han llevado a
decretar la “muerte” de la organización criminal
de los hermanos Arellano Félix, aún hay
“piezas” que se suponen clave en este cártel y
que inclusive han sido señaladas por las
autoridades estadounidenses.
En el póster que la autoridad norteamericana
hizo circular en su momento, estableciendo
millonarias recompensas por los “cabecillas”
del cártel, por fin se puso la palabra
“capturado” sobre la fotografía de Eduardo. No
obstante eso, aún quedan otros dos
“personajes” que han sido buscados durante
años y que hasta el momento han logrado
librar la acción de la justicia y mejor para ellos,
la muerte.
Estos son: Manuel Aguirre Galindo, alias “El
Caballo” y Edgardo Leyva Escandón. Por
ambos se siguen ofreciendo hasta dos millones
de dólares, igual que como ocurrió con los
casos de: Ismael y Gilberto Higuera Guerrero;
Efraín Pérez Pazuengo y Jorge Aureliano Félix,
además de Gustavo Rivera Martínez, el P!,
aunque sobre la foto de éste no se ha puesto
la leyenda de “capturado”. Según la DEA, por
los cuatro primeros mencionados, si se
pagaron las recompensas.
De “el caballo” se dice que ha estado alejado
de la cuestión operativa, aunque sigue siendo
uno de los financieros, líderes morales de la
organización y parte importante en las
negociaciones con los narcotraficantes
colombianos.
Por lo que respecta a los hermanos Arellano,
pese a que se anunció que “cayó” el último de
los varones buscados por la agencia
norteamericana, esa misma autoridad
estadounidense, mantiene en sus páginas,
datos de los otros dos restantes:
Sobre Carlos Alberto, nacido en 1995 se indica
que existe una acusación bajo el número #CR
890439 JLI-05, radicada en San Diego
California en 1989 por conspiración,
importación y distribución de sustancias
ilegales, así como lavado de dinero. Se
desconocen mayores datos de este hombre,
según los informes en poder de la autoridad.
Se afirma que él coordinaba las operaciones
de importación de los narcóticos a los Estados
Unidos.
Sobre Luís Fernando, también se menciona
que opera los negocios de la familia y es
utilizado para lavar el dinero procedente de las
operaciones de droga de la organización de los
hermanos. Sin embargo se establece que
actualmente no hay orden de captura sobre
ninguno de los dos.
Por lo que respecta a Enedina, el miércoles 23
de agosto de 2006, el entonces Procurador
General de la República dijo que el lavado de
dinero por parte de la organización Arellano
Félix “efectivamente tiene que ver con Enedina.
Es la línea principal, dijo. Es la operadora
financiera del cártel; es la gente que ha
manejado y es una investigación que también
se tiene con la DEA y con el Departamento del
Tesoro de los Estados Unidos, por más de un
año”.
También entonces anunció acciones en contra
del cártel, algunas más contundentes
“independientemente de las acciones
rutinarias, policíacas y de seguimiento que se
están dando en Tijuana” y explicó que tendrían
que ver, con esa línea del lavado de dinero,
cuyo blanco era Enedina.

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