miércoles, 31 de diciembre de 2008

Los Zetas por dentro

La estructura militar bajo la que operan Los Zetas y que han trasladado y adaptado a pandillas en cada estado del país donde actualmente incursionan con gran dosis de violencia, es totalmente conocida por la Procuraduría General de la República (PGR).

Incluso, los fiscales federales saben de la forma de entrenamiento y cómo se mueve la estructura militar utilizada por Los Zetas, que después de iniciarse como el brazo armado del cártel del Golfo ahora —según esa dependencia— se asoció a los hermanos Beltrán Leyva para conformar una nueva organización criminal.



“Testigos protegidos” que pertenecieron al grupo de sicarios y ahora colaboran para la fiscalía, revelaron a fiscales los niveles y jerarquías que rigen dentro de Los Zetas y que están inspiradas también en la disciplina castrense.



Los testigos protegidos que son ahora identificados con los nombres clave de Karen, Rufino, Rafael, Gabriel y Yeraldín, proporcionaron a los fiscales de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) informes sobre cómo y dónde son adiestrados Los Zetas en condiciones especiales de sobrevivencia y ataque, según el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/014/2007 al que se tuvo acceso.



Los ahora colaboradores de la PGR dieron a conocer la forma en que ese grupo realiza labores de contrainteligencia, control de sus asociados e igualmente sobre cómo efectúan sus operativos o ejecuciones de enemigos o narcomenudistas que se niegan a colaborar y trabajar con ellos, o que los traicionan.



Las funciones de Halcones, Cobras, Zetas Nuevos y Zetas Viejos, así como el comandante en jefe de la organización, son detallados en las declaraciones de cada uno de los testigos protegidos que fueron interrogados por los fiscales federales encargados de la investigación antes citada.



La estructura



“Los Zetas, la organización criminal a la que pertenecían —dicen los testigos protegidos— tiene como comandante en jefe a Heriberto Lazcano, El Lazca, quien en ausencia de Osiel Cárdenas Guillén, preso en una cárcel de Estados Unidos, asumió el control absoluto del grupo. Él ocupa la máxima jerarquía y es quien decide quiénes son designados como comandantes en cada plaza, los lugares a dónde se mueve la gente y quiénes deben ejecutar los operativos y contra quiénes deben ir éstos”.



Ahora bien, en el nivel más bajo están a quienes se denomina como Halcones, que son los “ojos de la ciudad” o vigilantes; el siguiente nivel es el de los encargados de las tiendas o puntos, los de “productividad”, como les llaman; siguen Los L o Cobras, que son los ayudantes o encargados de dar seguridad de Los Zetas, por lo que andan equipados con una arma larga y una corta.



El siguiente nivel es el de Zetas Nuevos, quienes son los llamados Kaibiles, ex militares guatemaltecos que tuvieron entrenamiento especial y que siempre andan con las mejores armas largas y cortas, granadas, chalecos antibalas y cascos, son los encargados de entrar primero a las casas, de revisarlas y de llevar el mando en los operativos, son los encargados de ejecutar a la gente porque suponen que eso les da mas fuerza y hace honor a su categoría de Zetas Nuevos.



Incluso en caso de enfrentamientos, Los L o Cobras tienen orden de no disparar hasta que no lo hagan u ordenen los Zetas Nuevos, y en el caso de detenciones o levantones, Los L son los encargados de esposar a los sujetos y de subirlos a los vehículos, mientras los Zetas Nuevos dirigen el operativo.



Fuera de los Kaibiles guatemaltecos hay todavía en ese nivel algunos miembros del desaparecido grupo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) llamado Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes), que son desertores del Ejército Mexicano con entrenamiento especial.



Dentro de la estructura de Los Zetas está gente de mucha antigüedad en la organización y que son conocidos como Cobras Viejos o L Viejos, quienes están integrados por gente de confianza, pero por carecer de formación militar sólo pueden ser comandantes de Los L o Cobras, como es el caso del llamado El 40, Miguel Treviño, quien ahora junto con El Lazca integró el pacto para la alianza de Los Zetas con los hermanos Beltrán Leyva; El Talibancillo o Talibán 2, hermano de El Talibán; o bien El 42, quien es Omar Treviño, hermano de El 40; El 02, quien es El Meme Flores y El Bebé.



Otro nivel es el de Zetas Viejos, que son los originales y que en su mayoría fueron ex Gafes, que formaron a finales de los 90 y principios del año 2000 el grupo. Quienes están dentro de esa categoría son El comandante Mateo, El Mamito, El Hummer, El Rex, El Caprice, El Tatanka, El Lucky, El Paguita, El Cholo, El Ostos, El JC, El Cachetes, El Pita, El Bedur, El Cuije, El Chispa, El Chafe, El Tizoc, El Tejón, El Flaco, entre otros, y que llegaron a ser un grupo de casi 40 hombres.



Ahora, varios de ellos están muertos o prisioneros, de tal forma que ya son pocos quienes originalmente formaron a Los Zetas. También, los integrantes de este nivel se hacen llamar en ocasiones “los licenciados”, “los maestros” o inclusive “los ingenieros”, con el fin de evitar que se les identifique cuando se encuentran “colgados” los teléfonos que usan cada uno de ellos.



Al margen de esta estructura, el hermano de Osiel Cárdenas, conocido como Tony Tormenta, formó el grupo de Los Escorpiones que está integrado por ex militares y civiles, pero que debido al pleito que tuvo Osiel con su hermano, cuando éste último pretendió tomar su lugar dentro de la organización, fueron retirados en virtud de que Osiel cortó toda comunicación con Tony Tormenta, aunque lo dejó trabajar por su lado sin meterse con él.



Aparte de los anteriores niveles, en cada plaza, el encargado de la misma tiene “informantes”, su “contador” y su “sicario”, este último es el responsable de la seguridad personal del comandante. Por lo que hace al nivel de “informantes”, éste normalmente es una persona con conocimiento y relaciones en el lugar, que no tiene problema legal alguno y que está disponible en el momento que sea. Se mueve principalmente en la ciudad y depende directamente del comandante de la plaza.



El contador se encarga de controlar los recursos económicos de la organización en el lugar que se trate, por lo que es el que paga los sueldos de todos, las nóminas de los servidores públicos que están en contubernio con la organización y que reciben de ésta diversas cantidades de dinero. Es también quien tiene en su poder las llamadas “nóminas” donde obran los nombres de cada servidor público involucrado. El principal contador de la organización se conoce como Comandante Sol, por ser de los primeros zetas, y se encarga de mover todo el dinero, y depende directamente de El Lazca.





La Estaca



Los Zetas, según los documentos de la PGR, se mueven en una formación a la que llaman La Estaca, a semejanza de una escuadra del Ejército. Se compone de un vehículo tripulado por cuatro o cinco elementos, distribuidos jerárquicamente: el “comandante” que suele ser un Zeta Viejo o un Cobra Viejo, según se trate, Zetas o un L, quien siempre es el conductor; como su copiloto. Si se trata de Zetas Viejos, va un Zeta Nuevo o Kaibil y en la parte posterior dos o tres L o Cobras más.



Si se trata de que el comandante sea un Cobra Viejo, su copiloto puede ser un Cobra o un Zeta Nuevo y dos o tres L o Cobras atrás.



El Punto, es como se denomina a las casas de seguridad que cada comandante tiene por separado y que siempre son rentadas para que no puedan ser ligada a ellos; este lugar siempre se encuentra vigilada por un Halcón que suele andar en un vehículo que le proporciona la “organización” o “la compañía”.



Siguen los sitios donde se vende la droga y que llaman tiendas distribuidas en cada colonia o también están los “puntos callejeros” que pueden ubicarse en parques, centros comerciales o diversas esquinas. Luego de que la organización surte a las tiendas que trabajan dos turnos, uno de día, de las 8:00 de la mañana a las 12 de la noche y, el turno de noche, que es de las 12 de la noche a las 8:00 de la mañana siguiente. Hay encargados de supervisar la venta y recoger el dinero de ésta.



Existen diversas casas en cada plaza donde se realiza la confección y empaque de los pases de cocaína y heroína para surtir a las tiendas, en esos sitios se efectúa el pesaje, corte y empaque de la droga. Ahí, trabajan los maquiladores o pesadores, que son los encargados de pesar la droga y envolverla en papeles que les llaman pizas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUENISIMO, CONOCEREMOS MAS A ESTAS BASURAS